martes, 1 de diciembre de 2009

Un domingo para los abuelos


El pasado domingo 29 fue el último del mes de noviembre, el mes de la familia. No quisimos que pasara sin dedicar uno de nuestros trabajos a esos seres que merecen un lugar muy especial en la familia: Los abuelos.


Una grata experiencia fue tener a la Dra. Zeidy Parra de Cabrera, Geriatra-Gerontóloga, conversando sobre los diversos cuidados que deben recibir los envejecientes en el hogar y los principales problemas de salud que enfrentan, haciendo incapié en la importancia del trato cariñoso y respetuoso que deben recibir. Detalles de estos cuidados pueden ser leídos en el portal del Centro de Evaluación Integral para la Tercera Edad que pueden visitar en www.ceite.com.

Otra satisfacción de la mañana del domingo fue la presencia de la Lic. Maritza Florentino, Educadora, quien con su característico estilo cálido nos motivó a valorar la importancia de los abuelos en el seno familiar, en especial para los nietos, para quienes llegan a veces a constituirse en amigos, confidentes, mediadores y maestros de la vida. 


Este tema no sólo es importante porque le debemos gratitud a los más viejitos de la familia. También es importante porque hay que recordar que de lo que hagamos con nuestra juventud hoy, dependerá en gran medida la calidad de vida de nuestra vejez. En la medida en que adquirimos actitudes y herramientas para tener una juventud y adultez más plena y satisfactoria, en esa misma medida es probable que consigamos tener una vejez alegre. Si hemos sabido sortear con madurez nuestras situaciones, si hemos aprendido a conservar la esperanza, a ver el lado positivo en nuestro día a día, si convertimos nuestros errores en aprendizaje y crecimiento, si contribuimos a tener buenas relaciones familiares, nuestras posibilidades de cosechar buenos frutos de esto, cuando estemos viejos, son mayores.

Envejecer es inevitable, a menos que muramos jóvenes. De manera que, además de sembrar hoy lo que queremos tener mañana, puede ser más placentero encontrar serenidad y paz al aceptar los cambios paulatinos que nos trae el paso del tiempo, reconociendo que se dejan atrás muchas cosas, pero que se quedan en el corazón todas las experiencias vividas, todos los recuerdos, el cariño y el respeto de la gente que nos rodea, y toda la satisfacción de haber servido para que otros también crezcan con plenitud.

Hace poco encontré en el portal www.masalto.com un artículo titulado “Padres alegres hoy, abuelos felices mañana”. A continuación comparto algunos consejos que encontré en ese artículo acerca de lo que una pareja necesita hacer hoy para tener una ancianidad feliz mañana.


1-Conservar la alegría y el encanto del principio.
2-Tener una magnífica comunicación.
3-Disfrutar de los pasatiempos de la pareja.
4-Cuidar la salud.
5-Ahorrar para la vejez.
6-Meditar juntos.
7-Dar buen ejemplo a los hijos.
8-Llevar con amor y paciencia las faltas del otro.
9-Luchar por la unidad de la familia.